Cuando éramos niños queríamos ser héroes, como ustedes, por eso estamos aquí, rindiendo homenaje a su noble labor: alcaldesa
Ser bombero es el que deja servida la comida en la mesa y se va con el toque de sirena, con un camino difícil, pero un ejemplo de nobleza y amor por la ciudad, reconoció la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, durante la celebración de los 100 años de la corporación.
La alcaldesa celebró a los valientes héroes sin capa en la explanada del CECUT, quienes estrenaron su uniforme de gala, así como ocho máquinas extintoras, siete compradas por el XXlV Ayuntamiento y una donada por el presidente de la Asociación pro Bomberos que preside Xavier Peniche Bustamante, además de las aportaciones nacionales e internacionales.
Ante la presencia del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPCM), Fernando Sánchez González, familiares y ex directores, la alcaldesa reconoció el orgullo de observar los rostros de los bomberos y la de sus familias por el valor y devoción que demuestran al prójimo y que como madre, entiende a sus padres, a sus hijos, a sus hermanos y a sus compañeros de vida.
Qué razón tienen cuando dicen que no existe oficio que más ennoblezca el alma que el ser bombero, porque son todas y todos ustedes quienes, con su ejemplo de solidaridad, unidad y fortaleza, llenan el espíritu y alimentan día con día la razón del ser humano, apegados siempre a las más altruistas causas y colmados de valentía por Tijuana y sus familias, subrayó la alcaldesa.
“Son todas y todos nuestros bomberos aquel sueño hecho realidad de cuando éramos niños y queríamos ser héroes, queríamos ser como ustedes, por eso estamos aquí, rindiendo homenaje a su noble labor, compartiendo cien años que nos recuerdan que estamos para ayudar sin esperar recompensa, porque son guardianes que no descansan”, enfatizó la alcaldesa durante la ceremonia.
Caballero Ramírez reiteró el compromiso que tiene su gobierno ante la institución, donde hoy cuentan con Rafael Carrillo Venegas, un director elegido democráticamente, algo que no ocurría en cien años, porque el compromiso es y será siempre trabajar unidos.
La alcaldesa reconoció también a las voluntarias y voluntarios porque con el mismo uniforme y la misma pasión, actúan y ponen su vida en cuerpo y alma por Tijuana, porque su vocación de servicio no distingue clases sociales, ni colores de piel, ellas y ellos siempre están ahí para extender su mano a cualquier persona, sin importar nada, lo que fortalece el corazón.
La primera edil pidió recordar a todos aquellos que ya no están, hombres que entregaron su vida a lo largo de la historia y que ayudaron al prójimo, es por eso que su esencia jamás morirá, porque laten en los corazones de aquellos a los que salvaron.
A los héroes les propuso que la llama de la esperanza nunca se apague, porque 100 años de historia pone en los hombros el reto de continuar una obra de honor y virtudes, una herencia de compromiso y fidelidad, un invaluable tesoro de esfuerzo y sacrificio; deseó larga vida a esta honorable institución, a este ejército de mujeres y hombres que no descansan, porque cuando una vida está en peligro, el sacrificio es un deber.