GOMA, Congo (AP) — Sarah Bagheni tuvo dolor de cabeza, fiebre y picazón e inusuales lesiones en la piel durante días, pero no tenía idea de que sus síntomas podrían haber sido causados por mpox y que ella podría ser otro caso en una creciente emergencia de salud mundial.
El alarmante aumento de casos este año, incluida una nueva forma del virus identificada por científicos en el este del Congo, llevó a la Organización Mundial de la Salud a declarar el miércoles una emergencia sanitaria mundial. Dijo que la nueva variante podría propagarse más allá de los cinco países africanos donde ya se había detectado, una advertencia oportuna que llegó un día antes de que Suecia informara su primer caso de la nueva cepa.
En la vasta nación centroafricana del Congo, donde se han registrado más del 96% de los aproximadamente 17 mil casos de MPOX en el mundo este año (y unas 500 muertes por la enfermedad), muchos de los más vulnerables parecen ignorar su existencia o la amenaza que representa.
Se cree que millones de personas están fuera del alcance de la ayuda médica o el asesoramiento en el este del país, desgarrado por el conflicto, donde decenas de grupos rebeldes han estado luchando contra las fuerzas del ejército congoleño durante años por zonas ricas en minerales, lo que ha provocado una enorme crisis de desplazamientos. Cientos de miles de personas como Bagheni y su marido se han visto obligadas a vivir en campos de refugiados superpoblados en los alrededores de Goma, mientras que otras más se han refugiado en la ciudad.
Las condiciones en los campamentos son terribles y las instalaciones médicas son casi inexistentes.