• vie. Nov 22nd, 2024

Morena ‘tronó’ al CONACYT: Se impuso y aprobó reforma de AMLO en San Lázaro

La Cámara de Diputados aprobó la creación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías en sustitución del Conacyt.

Con 257 votos a favor, 208 en contra y dos abstenciones, la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados se impusieronapresuraron aprobaron, en lo general, el dictamen que contiene la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador que desaparece al Conacyt.

Entre fuertes reclamos de diputados de la oposición a Morena, por no cumplir con los acuerdos para hacer consultas, foros y análisis con expertos, el pleno en San Lázaro avaló la iniciativa que expide la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, que ordena eliminar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y crear en su lugar el nuevo Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (Conahcti).

También, la oposición alertó criticó que la reforma contempla una “centralización” y “control” de los proyectos de investigación, que “atenta contra la libertad” de los investigadores, debido a la “tendencia ideológica” del gobierno de Morena.

La iniciativa contempla integrar el Sistema Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, que se integrará por el Conahcti, la Secretaría de Educación Pública, las universidades, instituciones de educación superior y todas las dependencias y organismos federales que fomenten la investigación científica y el desarrollo tecnológico.

El dictamen -que aún se discute esta mañana en lo particular, en una maratónica sesión que ya cumple casi 24 horas- argumenta que el Conacyt creó fideicomisos millonarios y que, del 2001 al 2018, “bajo el supuesto fomento de la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación”, transfirió a empresas privadas más de 45 mil millones de pesos, que “en su mayoría, eran grandes empresas nacionales y transnacionales que no requerían el apoyo del Estado”.

Agrega que “el Conacyt toleró la simulación al acreditar programas profesionalizantes, en particular de universidades e instituciones de educación superior del sector privado, poco o nada vinculados a la investigación humanística o científica, pero cuyo reconocimiento sirvió como señuelo de mercado para atraer clientes que, con el subsidio público que recibían, pagaban costosas cuotas por concepto de inscripción y colegiaturas”.

Con Información de EL FINANCIERO

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